El alma, la Guía divina
Somos seres en éste mundo que no sabemos realmente a traves de que procesos fuimos creados, creemos saberlo todo según lo que las instituciones donde nos metimos nos contaron.. Pero enrialidad somos simples sobrevivientes que a traves del tiempo no logramos todavía completar la misión a la cual vinimos a cumplir.
Es por ésto que el pensar en éste momento que sabemos algo, sería de soberbios.. Nuestra mentalidad tiene que estar ubicada en el pensamiendo de que estamos estudiando para aprender los misterior de la vida y por ésto no podemos definir en que creemos y en que no, por que no conocemos todas las cartas del juego que nos presentaron, solo sabemos que creemos en el creador de todo ésto.
Aun que nos cueste el Ego tragarnos ésto, tenemos que entender que no existe mi verdad o tu verdad, simplemente se trata de que estamos aprendiendo a conocernos, a conocer la creación, a conocer los secretos más profundos de alguién que nos creo que nos dijieron que era un D´s..
Entendamos que la condición para que se nos entregue el conocimiento supremo, está en resetiar nuestra cabeza y dejarnos enseñar por la guía divina de cada uno. No intentes encontrar a fuera lo que no podes encontrar dentro tuyo, no intentes bloquear tu sentir y callar a tu alma para poder escuchar y hacer "lo que dice la Torá", por que al final te vas a dar cuenta, que el escuchar y dejarse enseñar por la Torá, se trataba de escuchar la voz interior de tu alma, si intentas conectar con lo divino, solo tenes que prestar atención al hilo de luz que conecta tu oido espiritual con tu alma y así permitirte conocerte, ya que fuimos creado a "Imágen y Semejanza".
Bloquearon y callaron todos los canales que nos llevaban a la conexión del trono, hicieron que creamos que el "Enemigo" (el EGO) estaba en escuchar lo que nuestro interior pedía, hechandole la culpa a la carne, reprimiendo los sentimientos que gritaban sin parar, creyendo que ésa era "la lucha carnal".
Lastimamos al alma, con la hipocrecía al descubierto, nos hicimos creer que amabamos cuándo no nos respetabamos ni a nosotros mismos.. decíamos que eramos libres pero eramos cautivos del miedo.
Me gusta sentarme junto al ventanal del comedor en planta alta, ahí donde tengo una especie de escritorio/refugio y contemplar la hermosura de las hojas de la parte alta de los arboles junto al cielo que me rodean, mientras escribia lo del alma, me senté y lloré.. No pude evitar sentir la angustia de haberme dado cuenta cuanto tiempo caye a mi alma, cuántas cosas del alma dejé de hacer por el miedo y automaticamente sentí una conexión con mi alma que deseaba abrazarla y pedirle perdón, por no darme cuenta que en éste camino estabamos juntas, que ella era la guía de mi ser.
La encrucijada de la vida, nos invita a depender de otro desde que nacemos, a medida que vamos por éste camino los obstaculos que vamos atravezando nos hacen creer que somos débiles e incapaces, pero la realidad es que todo éso solo simboliza la necesidad de conectar con otros seres, la necesidad de desarrollar la fortaleza interior para superarnos y la importante constante de estar conectados con aquello que nos trajo. Son señales que éste cuerpo nos impide disernir, pero no es más que parte del próposito por el cual vinimos a cumplir.